jueves, 8 de marzo de 2012

III SEMANA CUARESMA - TU ESFUERZO DEPENDE DE TI


¿A QUÉ ESPERAS?

Cuando no hay esfuerzo las metas personales se convierten en sueños vacíos, en palabras huecas.

Tu esfuerzo depende de ti, de nadie más.

Tu esfuerzo depende de ti, no te compares con nadie.

Tu esfuerzo depende de ti ¿a qué esperas?


Tu esfuerzo depende de ti:

Las circunstancias son las que son y algunas no está a tu alcance el poderlas cambiar. Pero lo que sí está a tu alcance es cómo las vives, con qué actitudes personales las afrontas. En ocasiones el mayor esfuerzo consiste en cambiar nuestra actitud ante las cosas: nuestra pereza, nuestra comodidad, nuestro miedo, nuestra inseguridad…

Decir no puedo, no lleva a ninguna solución; decir no quiero es demasiado cómodo; no hacer nada es demasiado egoísta.

En esta Cuaresma vamos a intentar identificar aquellas áreas de nuestra vida que necesitan de nuestro esfuerzo, aquellas que podemos mejorar pero que exigen de nuestro trabajo, de nuestra dedicación, de nuestra renuncia, de nuestra constancia, de nuestro saber empezar cada día de nuevo…

Contemplo:



Reflexiono

Se pueden compartir experiencias de personas conocidas que hayan conseguido metas interesantes (pequeñas o grandes) gracias a su esfuerzo y a su tesón.

¿En qué aspectos de mi vida soy capaz de esforzarme?

¿Qué aspectos de mi vida podrían mejorar con mi esfuerzo?

¿Qué actitudes supone el esfuerzo? ¿Qué estrategias ayudan a esforzarse?

Concretar algún compromiso: Me voy a esforzar en… haciendo… para conseguir…

“Jesús les dijo: Todo el que oye mis palabras y hace caso a lo que digo es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía sus cimientos sobre la roca. Pero todo el que oye mis palabras y no hace caso a lo que digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos, y la casa se derrumbó. ¡Fue un completo desastre!” (Mt 7, 24-27) ¿Sobre qué cimientos estoy construyendo mi vida? ¿Si vinieran dificultades fuertes mi vida se mantendría en pie?