Después de la larga espera, por fin el día ha llegado. Los chicos de Salesian@s, junto con Pilar, Juan y María, nos subimos al autobús que nos va a llevar al aeropuerto. Besos y abrazos con las familias, muchos nervios, sueño, y alguna que otra maleta renqueante, marcan el comienzo de nuestra aventura.
Una vez en Barcelona sin darnos cuenta hemos facturado las maletas y estamos encandilando a los del control de seguridad con la maestría de nuestros chicos en estas lides. En tiempo récord hemos superado una de las partes más importantes del día, y nuestros chicos han estado brillantes: ¡hasta han tenido tiempo de hablar del Zaragoza con los del control de seguridad!
El viaje en avión pasa volando...
...y una vez en Gales los encargados de la organización del viaje nos esperan en la puerta de llegadas del aeropuerto. El autobús, siempre por la derecha, nos lleva al destino final de nuestro viaje en común: el punto de encuentro con las familias. Conforme vamos llegando los nervios se van apoderando de nuestros chicos, que se mueren de ganas por conocer a sus nuevos “padres”.
El reparto se realiza con tal rapidez que no deja espacio para las tribulaciones. Las familias inglesas están tan emocionadas como los alumnos, y las sonrisas y frases de bienvenida son la tónica del encuentro. Nos sentimos muy orgullosos de ver lo bien que se desenvuelven nuestros chicos, su educación y su cercanía hacia las personas que les van a acoger estos días.
En una hora todos los alumnos están con sus respectivas familias, y el primer día de nuestra aventura se termina con una sensación muy positiva.
Al día siguiente, ya en la escuela, realizamos las pruebas de nivel y nos reparten en las diferentes clases para comenzar nuestro curso.
Después volvemos cada uno con nuestra familia, y mañana será otro día en nuestro viaje.
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